sábado, 31 de marzo de 2012

Línea 25

Porqué en lugar de extrañarnos, mas bien nos quedamos a sentir?

Aqui, Ahora

He tocado el crujir del alma,
mis manos se cubren de arrugas con este sonido.
Friso que se resquebraja
Un latido vuela y una lágrima hace mas azul mi pantalón.
Llueve aquí,
ahora

viernes, 30 de marzo de 2012

jueves, 29 de marzo de 2012

Un final del mundo (conversaciones durante el almuerzo)

Almorzábamos y de pronto surgió en la conversación la idea de que pasaría si los científicos de todo el planeta supieran que el final el mundo llegaría en las próximas 24 horas.
Lo comunicarían o se guardarían la información pensando en el caos que podrían ocasionar?
Tratamos de imaginar la situación ante tal dilema.
Si lo dicen, pensábamos, muchas personas empezarían a gritar o a correr (hacia dónde), otras a pensar en el futuro (?), quizá algunos cometerían suicidio. Quizá alguien podría enloquecer ante una posibilidad como esta. También nuestras elucubraciones nos llevaron a considerar los abrazos, el perdón, el llanto, meditar, buscar a las personas amadas, la oración.
Y qué tal si no lo dicen?
La felicidad de la ignorancia, como algunos apuntan? Llegado el momento sería tan rápido, que no habría tiempo para pensar. Habrían evitado el dolor asociado con algún suicidio? Tal vez. Imaginábamos el Big Bang.
Decíamos sin embargo que probablemente estos científicos, si decidieran que no debían transmitir la información, igualmente irían a sus casas a buscar a sus familias, procurarles un momento especial, hacer alguna ultima llamada, meditar sobre su existencia y tal vez alguno pensaría en lo increíble de haber estado en un nuevo Big Bang. Quizá se atreverían a hacer algo que su posición no les hubiera permitido, alguna locura. Pensábamos también, si no decirlo habría sido algo egoísta. Si tenían el derecho de ocultar algo tan importante.
Finalmente llegó a la mesa, esa energía superior con tantos nombres diferentes, Dios para mi y dijo a los científicos un minuto antes del final, Señores, el mundo no se acabará hoy, probaba si estaban listos para una oportunidad.....y les preguntó, ahora qué harán con todo esto que vivieron en las últimas horas?

El final del mundo quizá no supone un nuevo Big Bang o que el planeta desaparezca. Quizá no se trata de algo material aunque si tenga implicaciones de ese tipo. Debe ser el final del mundo tal como lo conocemos. Debe ser el final de una manera de ser y de actuar que nos debería llevar a un mundo de mayor tranquilidad, de mas espiritualidad, de encuentro con nosotros y con el resto de los seres, vivos o no, que habitamos este extraordinario y único planeta. Las exploraciones no nos han mostrado otro lugar como este. En todo caso, pareciera que podría estar cerca. Estos últimos tiempos han sido muy intensos, de cambios importantes y muy cercanos.

Un cafecito para cerrar el almuerzo con la promesa de un nuevo encuentro antes o después del final del mundo.

miércoles, 28 de marzo de 2012

línea 23

El ojo de tus labios observa leguas y humedad en el beso que nos falta

Arena Perpetua

Recostada a la orilla del mar, sobre la arena, dejas allí tu silueta y te dispones a caminar.
Están barriendo la arena de la playa, dices, mientras me alcanzas y tomas mis hombros con las puntas de los dedos.
Te colocas frente a mi, miras adentro. Preguntas, en alguna parte debe terminar la arena, dónde crees que sea?
Te digo que creo que la arena no termina y me llevas al magma.
De vuelta, pienso en un prisionero barriendo la playa, un hombre o una mujer cuya sentencia fue arena perpetua.
Te veo alejar, tenemos citas en destinos diferentes, que finalmente nos hacen encontrar.

lunes, 26 de marzo de 2012

Función suspendida

Rompí la cuerda mas sensible de tu guitarra. Sentí el latigazo en mi ego y en mi orgullo. Tocaré de nuevo sólo cuando decida sanar.

Linea 22

Con mis manos llenas de holas, construiré una costa y un puerto para recibirte. Este mar me traerá de regreso.

viernes, 23 de marzo de 2012

Cuando se toca la distancia

Poesia, pasarela de la palabra
esta vez vienes cuando el fuego se destapa
cuando arde la nostalgia
cuando el recuerdo vuela y duele
cuando los dedos muerden la ausencia
y los labios se resecan de silencio
cuando se vacían los sentidos y se toca la distancia

martes, 20 de marzo de 2012

A orillas de tu cama

Mi cabeza reposa en tu hombro.
Un abrazo es la imagen,
deja ver mi cuello y lo que sentimos.
Tu, haces una foto en el espejo del baño.
Ojos, rizos y tu lengua rozando los labios, ajustan el lente.
Eres tu, y también soy yo

lunes, 19 de marzo de 2012

Ubicuidad

Salí a caminar con una idea que daba vueltas en mi mente de manera incesante. Quería estar en más de un lugar a la vez; ubicuidad, si algo así.
El entramado de los árboles no permitía ver que ocurría fuera de aquel túnel de troncos, ramas y hojas por el cual transitaba.  No se podía ver mas allá del camino y después seguía igual, ya había estado aquí; el sol, sin embargo, siempre lograba colarse. Las hojas de los arboles empezaron a caer sobre mí como tempestad cubriendome el cuerpo. Entendí lo que pasaba cuando intenté caminar. No podía desplazarme, sin embargo parte de mi cuerpo se movía a ritmo del viento, no solamente eso, ahora lograba ver el cielo con alguna dificultad pero podía distinguir nubes, sentir la brisa. Veía hileras de vehículos circulando por vías que en otras circunstancias ni sabría que estaban allí. Podía sentir si venia la lluvia o dejarme calentar por el sol y elevar mis brazos en agradecimiento. Mis brazos alcanzaban las altas ramas de otros árboles tejiendo una fuerte red natural que se desentrañaba para hacernos flexibles cuando fuera necesario. Hacernos dije y entonces me percaté que me había convertido en uno de ellos.
Ahora era un árbol. Mis propias piernas, las que me daban sostén, no me permitían desplazarme; eran raíces. Pero esto no coincidía con mi deseo, ya no podría ir de un sitio a otro.
Pase mucho tiempo así. Algunos árboles se fueron y llegaron algunos nuevos. Algunos pasamos mucho tiempo juntos y a través de nuestras ramas y también las raíces nos dejábamos saber de alegrías y también necesidades.
LLegó el día que vinieron a buscarnos; entendimos porqué “algunos árboles se fueron y vinieron nuevos”. Era hora de que se cumpliera mi solicitud. Mi cuerpo luego de un esmerado trabajo fue transformado y llevado en diversos formatos a destinos diferentes, parte fue a una fábrica de lápices y creyones, otra fue a fabricar papel, otra a un artesano para hacer los bancos de las plazas de pueblos, pupitres, marcos de ventanas para asomarse al día, una silla y un escritorio pequeños, comedores para celebrar encuentros de familiares y amigos.  
En algún momento esos lápices llevados por la mano de alguien, dibujarán, escribirán sobre alguna hoja de papel, apoyados sobre algún escritorio, una mesa de trabajo, hasta convertirse en un apunte, una nota de recuerdo, un libro, una carta, una ilustración con el diseño de algún objeto de utilidad que podría llegar a muchas otras manos, eventualmente a una sonrisa o a una lagrima, que evaporada tal vez caiga como lluvia sobre el mismo túnel del cual salí para repetir este proceso una y otra vez.

domingo, 18 de marzo de 2012

E y E

Ella blanca, su cabello breve pero abundante va lleno de años, sus manos y brazos empiezan a asomar lunares, manos grandes para arropar, delgada que no esbelta, su mirada verde, sus labios delgados, su nariz muy presente para percibir de inmediato a Ella, su cabello abundante y rizado va lleno de risas, rebota en su cuello, sus manos asoman trabajo, va con la piel pintada de pecas y mar, delgada y dorada en sus trazos, su mirada azul, sus labios dibujan alegría y entregan palabras para el camino.

Ella melancólica terrible, rebosa energía de la mano de Ella, positiva siempre. Se llena de ideas y ganas. Ella corre a ver a Ella quien siempre la espera con calor en las manos y sabor en los besos; con oídos grandes Ella va enseñando a Ella a escuchar y a retomar la paciencia y a agradecer. Ella y Ella son una y más. Ella lo sabe mejor que Ella, aunque esta matemática finalmente siempre suma.

Ella vestida de colores graves contrasta con Ella que va de arco iris, toma poco tiempo que se mimeticen, el aura les cambia, Ella se funde en la luz de Ella y Ella en la de Ella. 

Ella y Ella permanecerán. Son energía originaria encontrándose. Así empezó todo esto.

Ojos que no quieren ver

Nenúfares azules o blancos me dicen de la hora; como si fueran un reloj, se abren y se cierran, se esconden, dependiendo del momento del día. Nunca se cruzan. El tiempo de uno es justo diferente del otro. Mis manos distinguen su color y mis ojos que no quieren acabar su encierro, escondidos tras los párpados se percatan que no son el único sentido que puede ver.  

La asfixia

La piel de mis brazos cruzados sobre las piernas
parecen esos pequeños y repetidos reflejos que brisa y sol dejan
al caer la tarde sobre un lago escondido en la montaña.
Mi pecho sobre ellos
y el rostro inclinado sobre este
respiran repetido al mismo aire

Linea 21

Cuando su mirada y su sonrisa me atraviesan, ya no hay vuelta atrás

viernes, 16 de marzo de 2012

La espera


Ha sido pleno este tiempo.
En este tiempo te amo y amo lo que soy
Este tiempo sin propietarios,
cuando las horas se derriten.
Este tiempo
durante el cual es posible prescindir del aire,
y el amor 
en todos sus formatos 
nos hace suyas.

Por ahora no mirare el reloj 
o vendaré tal vez sus manecillas para que el tiempo transcurra o no, sin que yo pueda verlo.
Convertiré estos momentos en espacio para recorrerlos sin importar la espera. 

jueves, 15 de marzo de 2012

miércoles, 7 de marzo de 2012

Observaciones en el parque

Caminaba pausada la hormiga con una hoja a cuestas. El hombre la pisó. Cambio su cielo. Ahora va a pasos más largos, perdiéndose el camino.

Caminaba pausada la hormiga con una hoja a cuestas. Un hombre la pisó. Cambio su cielo. Ahora camina con un hombre a cuestas.

Caminaba pausado el hombre con una pena a cuestas. Una hormiga que pasaba a su lado, decidió llevarlo en brazos y aliviar su carga.

Linea 18. Mis manos

Mis manos
Este instrumento que apenas descubro, hace molde en tu cuerpo; entonces me construyes.

Reencuentro

Un teclado inservible me reencuentra con el lápiz y la pluma,
Con el papel y el olor de la madera
Me acercan al árbol y a algún signo primigenio
A un momento anterior del alfabeto, en el cual mirarnos fue el origen del estudio de los astros, 
un roce, el inicio de la cartografía. 

domingo, 4 de marzo de 2012

Hay un ladrón en casa


Emma, mi abuela, como casi todas las abuelas, siempre cocinó simple, sencillo y sabroso (palabras que empiezan con la letra S y se me han convertido en muy comunes últimamente).
Esas galletas eran famosas y tenian historia. Historia que se llevó a otro mundo pues nunca nos dio la receta ni tuvimos la curiosidad suficiente para quedarnos a su lado y hacernos de su secreto.
La receta de las referidas galletas tuvo sus variantes una de las cuales daría nombre a esta entrada. 
Resulta ser que este era un manjar muy solicitado por el abuelo y por los pequeños de la casa, tanto que la abuela, cada vez que las preparaba, debía esconder una  reserva para ofrecer a sus invitados y ademas administrar la glotonería de sus vástagos y otros comensales.
El caso es que cada vez que las preparaba (no se si podría escribir, horneaba), las reservas escondidas en un sitio que los pequeños no pudieran alcanzar, desaparecían como por arte de magia, para convertirse en la molestia de Doña Emma cuando buscaba su manjar para repartirlo y alegrar las tardes de propios y visitantes. Por supuesto, Nadie era el único responsable.
Así que un día decidida a saber quién robaba sus galletas, las volvió a preparar para colocarlas luego en el lugar "inalcanzable" para sus pequeños. Por cierto, no he dicho que la abuela era muy bajita. No imagino un lugar inalcanzable al que ella si tuviera acceso. Ya en la noche, luego de advertir que no las prepararía de nuevo si las volvían a hurtar, se retiró a dormir.
A la mañana siguiente, al despertar, el abuelo ya no estaba en la cama, cosa común pues entiendo era bastante madrugador. Doña Emma se levantó a supervisar la preparación del desayuno y cuando estaba listo pidió que ubicaran a Segundo, mi abuelo. Una de las señoras que trabajaba con la abuela le dijo que Don Segundo había pasado una terrible noche, con malestar digestivo.
La abuela fue a buscarlo y señalándolo le dijo. Finalmente descubrí al ladrón de las galletas. Le había colocado un purgante a la mezcla.

Espinas

La espina de la rosa se quedó en uno de mis dedos,
quizá descubra un jardín en mis manos

Línea 17

Hay un chelo en casa, solía abrazarlo. No logro encontralo

Mil y una

Las mil ni una noches
Las mil ni una veces

Linea 16 y mas


Haz nido aquí, donde tengo esta madeja de hilos y ramitas de árbol. Donde tengo este enredo de arterias y vasos capilares

Contactame primero en la capa exterior, la mas alejada de la corriente sanguínea, donde las hilanderas arman esa primera túnica de tejido conectivo. Continúa adentrándote y mientras construyes amarra hilos y ramas a la túnica media, para finalmente, ya insertada en la capa que está en contacto con el flujo sanguíneo, esa túnica intima, tomar un poco del oxigeno que transportan las arterias y aguantar la respiración hasta el próximo latido.