miércoles, 5 de mayo de 2010

Legoland


Mi querido amigo Miguel, quien vive en Holanda, en una ciudad cuyo nombre es impronunciable para mi hoy día, fue hace poco a Legoland con su familia.

Se me acaba de ocurrir que le voy a pedir el favor de observar muy bien como construyen todas esas complejas estructuras, pieza por pieza, con experiencia, paciencia, creatividad, y seguramente también con amor entre muchas otras cosas.

Deseo que pueda contarnos cómo se hace, que nos envíe un truco, un atajo, un plano; pienso que algún día, que sueño cercano, necesitaremos esos trucos, esos mapas, esa paciencia, esa creatividad, pero sobre todo ese amor para reconstruir Venezuela, habiendo aprendido de las experiencias; y deberemos hacerlo con respeto.

Gracias Miguel por esa visita y por esta nota.